miércoles, 5 de noviembre de 2014

BRONCEADO INSTANTÁNEO SIN RIESGOS CON CAÑA DE AZUCAR

Con esta técnica podremos lucir moreno durante unos siete días , sin temor a efectos secundarios.

 Para lograr un moreno natural en cualquier época del año

 

 

Sin efectos secundarios, sin contraindicaciones y con resultados visibles prácticamente de forma inmediata, en unas cuatro horas. Se trata del «bronceado con caña de azúcar» o DHA. Un sistema más o menos novedoso, que se ha implantado en España hace más o menos seis años.





Pero, ¿en qué consiste este sistema?. La DHA (Dihidroxiacetona) es un derivado de la caña de azúcar. Es un principio activo 100% natural y totalmente inocuo para la piel, que se ha venido utilizando desde hace más de 40 años con fines médicos.

La DHA reacciona en la capa más superficial de la piel al entrar en contacto con los aminoácidos libres de las proteínas cutáneas (la queratina), produciendo una reacción natural que broncea la superficie de la piel sin necesidad de que se active el mecanismo de bronceado normal, la melanina.

Aunque se trata de una técnica bastante reciente, ya son muchas las personas que en estas fechas, previas al verano, y en las que abundan las bodas y eventos como comuniones, se dirigen a los centros de estética para interesarse por el «bronceado con caña de azúcar».

Desde la empresa Nails&co una de sus encargadas, Raluca, nos ha explicado en qué consiste este método de bronceado rápido. En primer lugar «es necesario realizar un “peeling” corporal y facial, que nos va a permitir que con posterioridad la aplicación del tratamiento sea homogénea». A continuación, en el centro se procede a una ducha, tanto para retirar los restos del “peeling” como para quitar la grasa corporal excesiva.

El tercer paso es ya con la máquina de bronceado. «Es una especie de pistola aplicadora, como una aspiradora que distribuye el producto de forma uniforme por todo el cuerpo». Y ya está. La única precaución que se debe de tener tras esta aplicación es la de evitar ducharse, sudar, o aplicarse perfumes. Esto se debe a que «durante las tres o cuatro horas posteriores a la aplicación debemos de evitar estar en contacto con cualquier tipo de humedad para que la aplicación sea correcta», según Raluca.

El color permanecerá en nuestro cuerpo durante unos siete días. Si hidratamos la piel mediante algún tipo de crema se conseguirá que el resultado sea incluso menor, «como cuando tomamos el sol en la playa». Además, si a los tres días nos aplicamos una crema autobronceadora «se puede prolongar el efecto del bronceado hasta 14 días».

En cuanto a la tonalidad, antes de la aplicación nos darán a elegir entre un color suave, oscuro y mediano. Este último es el más común, y nos servirá para «tener una buena tonalidad morena durante los primeros días en los que vamos a ir a la playa».

En cuanto a las contraindicaciones, desde este establecimiento nos aseguran que no existe ninguna. «Se lo han aplicado mujeres embarazadas, con enfermedades, y no está contraindicado ni provoca ningún efecto adverso en ningún tipo de persona».

En cualquier caso, en mujeres lactantes, se recomienda no realizar pulverizaciones en el pecho, ya que esto podría variar el sabor de la leche materna y producirse un rechazo. Tampoco es probable que provoque alergias, porque la DHA es una molécula de gran tamaño a la que le resulta imposible penetrar en las capas profundas de la piel, lo que garantiza la inocuidad ya que sólo puede actuar en la capa más superficial. Tampoco afecta a las personas diabéticas, pues aunque se llame «bronceado de caña de azúcar» en realidad es un producto tópico, que no penetra ni puede llegar a la sangre.

En todo caso, siempre se puede realizar una pequeña prueba de contacto con el producto y comprobar si se produce algún tipo de reacción.

El tratamiento se puede repetir cada siete días, y su precio está en torno a los 59 euros por sesión.

Las sesiones de este bronceado duran unos 15 minutos, y si no tomamos el sol, el efecto comienza a desaparecer de forma gradual, sin que aparezca ningún tipo de mancha